CUCÚ CANTABA LA RANA...

No tengo ni idea de por qué he acabado haciendo una tarta con ranas, no paro de darle vueltas a la cabeza para buscar una explicación.

Mi madre me pidió que hiciera algo dulce para llevar como merienda a su clase de patchwork y ni corta ni perezosa me puse a modelar ranas... 

Una posible explicación a esta repentina afición por los anfibios puede deberse al calor que hace estos días. La verdad es que ver estas ranitas sobre sus hojas flotando en la charca y rodeadas de flores me hace pensar que quizás mi subconsciente esté pidiendo a gritos que abran ya la piscina para ir a pegarme un baño fresquito.

Otra explicación podría ser un hipotético cariño que en algún momento de mi infancia le cogí a la canción "Cucú cantaba la rana, cucú debajo del agua...". Os la sabéis? Puff, yo sí.

Y como última posible explicación que encuentro es el hecho de que uno de los manteles que utilizamos tiene un estampado de ranas muy mono. A lo mejor de tanto ver la imagen se ha quedado clavada en mi memoria y ha salido en forma de modelado de fondant.

El caso es que han quedado muy graciosas, será porque estaban viendo una apetitosa mosca volar sobre sus cabezas y se les puso cara de hambre :)

El bizcocho era de brownie relleno de mermelada de fresas y calado con un poquito de almíbar de limón.
Y el resto está hecho con fondant de la marca PME, tanto para cubrir la tarta como para los modelados. Confieso que cada vez me va gustando más esta marca de fondant porque se maneja muy bien y no se agrieta.

Para evitar que las ranas invadan mis tartas de nuevo llego a tres conclusiones lógicas: tengo que ir a la piscina ya mismo, debo hablar con mis sobrinas para que me enseñen canciones infantiles más actualizadas, y debo cambiar de mantel en casa.

Aunque con lo majas que me han quedado las ranas y su mosquita, lo mismo ahora me aficiono más todavía a modelar anfibios :)

Besos!!!