CHOCOLATE, FRESAS Y COMO ODIO HACER OBRA EN CASA

La última obra que hemos hecho en casa se veía venir a pasos agigantados, era como una espada de Damocles que pendía sobre nuestras cabezas y en cualquier momento tenía que caer sobre nosotros.

Ya sé que es una visión muy poco optimista de hacer una reforma en casa, pero es que los que lo habéis sufrido sabréis de sobra que hacer obra es horroroso.

Esta vez ha tocado adecentar la terraza o "solarium". Cuando compré la casa en los planos ponía "solarium" y yo pensaba: "que finos, porque esto va a ser una terraza monda y lironda". Pues no señores, cuando me fui a vivir allí comprobé que efectivamente era un solarium en toda regla y con mayúsculas, porque cuando empieza a darle el sol aquello se recalienta de tal manera que no hay forma humana de permanecer más de un minuto sin empezar a sudar como si de una sauna se tratase.

Durante los años que llevo viviendo en mi casa nunca le he dado ningún tipo de utilidad al "solarium", era una parte que ignoraba conscientemente, como si no estuviera. Hasta que un año nevó y al empezar a irse la nieve también se empezaron a ir los pedazos de las baldosas :O. Os lo juro por Snoopy, y para que veáis de qué os hablo os pongo una foto.

Como esto yo no lo veían normal y cada vez iba a peor, me dediqué a consultar a expertos en la materia, que me informaron que se debía a que el suelo era tan malo que con los cambios de temperatura le pasaba eso... ah, vale. Pues nada, entonces cuando compré la casa y ponía "excelentes acabados, materiales de primera calidad" no sé a qué se referirían exactamente, porque igual que esta historia tengo muchas más para no dormir que os podría contar y nos pasaríamos aquí toda la semana.

Pero no sé, porque yo os prometo que mi casa la compré a precio de "excelentes acabados, materiales de primera calidad"... sin comentarios. Preferí no darle más vueltas a la cabeza y poner solución en ese parte de mi hogar que me estaba atormentando cada vez que sin querer se me iba la vista y veía como estaba.

Para que esta historia y el rollo que os he metido tenga un final feliz, os pongo una foto del acabado de la obra del "solarium" y nos vamos con la tarta de chocolate, fresas y cheese cream que es lo que interesa y que nos vino genial después de tanta obra ;)

El bizcocho era de brownie, la receta es la que utilizo siempre y que tenéis en este enlace, recordando que hay que dejarlo en el horno unos 60 minutos.

El relleno era cheese cream con fresas. Para hacerlo necesitamos:

250g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente

2 tazas de azúcar glass

1 taza de queso crema (estilo Philadelphia)

fresas

Primero batimos la mantequilla y sin dejar de batir incorporamos las tazas de azúcar una a una. Por último añadimos la de queso y batimos un poquito más.

Extendemos la cheese cream por encima de una capa de brownie y cortamos fresas en rodajitas. Ponemos la siguiente capa de bizcocho y volvemos a rellenar con la crema y las fresas.

Para terminar ponemos la última capa de bizcocho, adornamos con la cheese cream que nos quede y con unas fresas bañadas en chocolate, que están riquísimas.

Hasta aquí la historia de mi obra y del bizcocho de chocolate y fresas. Desde aquí mandaros toooodo mi ánimo si en casa estáis de reformas, jeje. Al final el esfuerzo merece la pena. Besos!