TARTA DE PLÁTANO CON MERENGUE

El verano ha llegado de repente, de un día para otro. En Guadalajara hemos pasado de llevar abrigo a camiseta de tirantes en dos días, sorprendente pero cierto. Este año casi no ha habido primavera. ¿Cómo es posible que teniendo todavía el abrigo colgado en la percha porque ni siquiera hemos tenido tiempo de guardarlo, ya estemos quitándole la lona a la piscina para empezar con los baños y las barbacoas veraniegas??? El tiempo está muy loco ;)

Y con este calor poner el horno por las tardes empieza a ser un poco peligroso. De repente cuando te quieres dar cuenta, la temperatura de la casa ha subido 2 grados como por arte de magia. ¿Por qué no pasa lo mismo en invierno? Jajaja, no estaría nada mal :)

La tarta de plátano que os enseño hoy lleva horno, así que mejor aprovechar para hacerla ahora que no dentro de un mes.

La he sacado del libro "Salvada por los pasteles" de Marian Keyes, y aunque es un poco complicada de preparar el resultado merece la pena.

He modificado algunas cosillas de la receta original, la forma de preparar la base de la tarta y el merengue.

Para hacer la base necesitamos:

125g de mantequilla sin sal muy fría, recién sacada del frigorífico y cortada en dados

215g de harina

1 cucharadas de azúcar

1/4 cucharadita de sal

60ml de agua muy fría

Se hace a mano, no hace falta utilizar batidora ni amasadora.

En un recipiente ponemos todos los ingredientes menos el agua: la mantequilla en dados, la harina, el azúcar y la sal. Con la mano y dedicándole unos minutos, vamos mezclando todo deshaciendo la mantequilla. Este paso estará listo cuando se haya formado una mezcla con textura terrosa.

Poco a poco vamos añadiendo el agua fría, y removiendo con las manos formamos la masa. Cuando todo el agua esté bien incorporada se nos habrá formado una bola de masa que se separará perfectamente de las paredes del recipiente.

Envolvemos la masa en papel film transparente y la metemos al frigorífico una hora.

Cuando pase ese tiempo sacamos la masa del frigorífico.

Precalentando el horno a 180º.

Para que la masa no se pegue al molde que vayamos a utilizar y después se pueda cortar bien, cubrimos la base y las paredes con unas gotitas de aceite de girasol extendidas por toda la superficie ayudándonos de una brocha o las manos.

En la encimera donde vayamos a estirar la masa esparcimos un poco de harina para que no se pegue, y con el rodillo la estiramos hasta que dé diámetro suficiente para cubrir el fondo y las paredes del molde.

Lo horneamos durante unos 15 minutos, lo sacamos y reservamos.

Ahora vamos a preparar la crema de plátano. Necesitamos:

500ml de leche (puede ser desnatada)

130g de azúcar

100g de harina

1/4 cucharadita de sal

4 yemas de huevo

55g de mantequilla fría cortada en dados

3 plátanos medianos

Empezamos poniendo la leche en un cazo y calentándola hasta que alcance el punto de hervor (cuando está lo suficientemente caliente como para empezar a hervir, pero retirándola del fuego antes de que hierva).

En otro cazo grande ponemos el azúcar, la harina y la sal, todo tamizado. Lo ponemos en el fuego a temperatura media y poco a poco añadimos la leche caliente sin dejar de remover.

Dejamos que hierva un minuto y lo retiramos del fuego.

En un bol batimos las yemas (para este paso utilicé la KitchenAid a velocidad 8 durante dos minutos).

Sin para de batir y añadimos despacito una taza de la mezcla que habíamos hecho anteriormente con la leche, el azúcar, la harina y la sal. Batimos hasta que esté bien integrado todo.

Esta nueva mezcla la añadimos al cazo grande donde todavía queda el resto de la mezcla hecha de leche, harina, azúcar y sal, lo ponemos a fuego lento unos minutos y dejamos que espese un poco. Lo apartamos del fuego y añadimos la mantequilla en dados, removiendo hasta que esté totalmente derretida.

Reservamos nuestra crema de plátano y la dejamos hasta que esté a temperatura ambiente.

Mientras, cortamos los plátanos en rodajas finas y las vamos colocando sobre la base de masa quebrada que teníamos reservada. Deben quedar unas sobre otras, así que pondremos entre 2 y 3 capas por toda la base del molde, sobre la masa que habíamos horneado.

Cuando la crema de plátano esté a temperatura ambiente, la vamos colocando sobre las rodajas de los plátanos utilizando una cuchara. Lo extendemos bien.

Precalentamos el horno a 180º de nuevo.

Y ya solo queda hacer el merengue de la capa de arriba de la tarta.

Necesitaremos:

4 claras de huevos (yo las utilicé pasteurizadas)

170g de azúcar glass

Hay que tener en cuenta que estas claras van a ir crudas. Así que para quitarnos de problemas lo mejor es utilizar las claras pasteurizadas, porque nadie quiere tener que padecer una salmonelosis. Os lo digo que yo que padecí una y aquello es tremendísimo!!!

Y aunque haya leyendas urbanas que digan que las claras pasteurizadas no montan, sí que montan, sin ningún problema.

Primero hay que montar las claras a punto de nieve hasta que queden tan compactas que al darle la vuelta al bol no se caigan.

Yo lo hago en la KitchenAid, se ponen las 4 claras, el utensilio de batir, y se deja a velocidad 10 durante unos 4-5 minutos.

El resultado debe ser este:

Después, poco a poco y sin dejar de batir a la misma velocidad, vamos añadiendo el azúcar glass.

El merengue ya está listo. Sólo queda ponerlo en el molde de la tarta por encima de la crema de plátano. Y como bien aconsejan en el libro, haciendo que formen "espectaculares remolinos". Así quedará un resultado final muy llamativo ;)

Lo metemos al horno unos 20 minutos, o hasta que el merengue empiece a coger color marrón.

Y después de este recetón... tachán!!! La foto del corte:

¿Receta complicada? Un poco, pero el resultado final es una tarta bastante rica que merece la pena prepararla para probarla.

Pedazo receta, jajaja, creo que es una de las más largas que he publicado en el blog ;)

Besos!!!