FOCACCIA CON TOMATE Y PIÑONES

No se si os pasa, pero cuando me propongo cocinar algo que lleve una masa hecha en casa al 100% y me sale, me siento de lo más realizada :). Así que cada vez me voy enganchando más y más a esto de preparar masas. Por ahora, y que recuerde, he hecho pan de leche casero, pizza, pan de hamburguesa, pan de pita, pan kinder... Y ahora añado a mi lista la focaccia :D

Dice la Wiki que la focaccia es una especie de pan plano al que se le añaden hierbas y otros alimentos por encima. Es una receta tradicional italiana y está muy relacionada con la pizza.

A mí nunca se me había ocurrido hacerla, pero cuando vi la receta de María en su blog Decorecetas, y además adaptada a la Thermomix, no me lo pensé dos veces, compré los ingredientes y me puse, nunca mejor dicho, manos a la masa ;)

Para hacer focaccia necesitamos:

100g de agua

50g de aceite de oliva

300g de harina

25g de levadura fresca de panadería

2 ramitas de romero

1 tomate

sal gorda

piñones

orégano seco

queso rallado

Ponemos el agua y el aceite en la Thermomix, y programamos 2 minutos a 37º.

Añadimos la levadura y mezclamos 30 segundos a velocidad 5.

Añadimos la harina, mezclamos 7 segundos a velocidad 4, y programamos 2 minutos a velocidad espiga.

Sacamos la masa del vaso, la trabajamos a mano en la encimare unos segundos más, formamos una bola y la metemos en un recipiente cubierto con un trapo. Lo dejamos levar 30 minutos.

Pasado ese tiempo la estiramos sobre la bandeja o recipiente donde vayamos a hornearla, pero antes debemos cubrir la superficie de ese recipiente con un poco de aceite para evitar que la focaccia se pegue.

Lo tapamos de nuevo con el trapo durante 30 minutos para que vuelva a levar.

Pasado ese tiempo precalentamos el horno a 180º.

Ponemos por encima de la masa el romero troceado, la sal gorda, los piñones, el orégano y el tomate cortado en rodajas muy finas. Por último añadimos un poco de queso rallado y la metemos al horno aproximadamente 20 minutos.

Es muy fácil de preparar y queda buenísima. La focaccia comprada me encanta, pero me da a mí que después de probar la casera la otra ya no la voy a comprar tanto ;).

Un beso!!!