TARTA DE QUESO Y FRESAS, ME DECLARO QUESO-ADICTA

En otra vida debí ser ratón porque el queso me encanta. Me gusta mucho, demasiado, tanto que mi frigorífico tienen un cajón especial para meter queso y siempre está lleno, hasta me falta espacio!

En ese cajón meto los "quesos básicos" o mis denominados como "quesos de fondo de armario" ;). Llamo así a los que no puede faltar porque los utilizo siempre: tranchetes, lonchas de Havarti, queso rallado, queso en polvo, quesitos, queso crema normal, light y con sabor a queso azul.

En el resto del frigo y según voy encontrando huequitos, voy metiendo las compras queseras más recientes y novedosas: las que voy probando porque es la primera vez que las veo, porque he oído que está bueno, porque he visto alguna receta que lo lleve y la quiero probar, porque en su día compré un pedazo y me encantó... o simplemente porque me vence la tentación de verlos allí cortados en cuñas, en círculos, surtidos en bandejas...

Cada vez que hago la compra en el super la termino con un caprichín, un colofón, la guinda del pastel: me planto delante de la sección de quesos y los estudio todos meticulosamente hasta que decido cuál será mi próxima presa :)

Me gustan todos los quesos: los tiernos, los curados, en aceite, con sabores fuertes, los de untar, los frescos, los que llevan frutos secos o alguna hierva, los manchegos, los asturianos, los franceses, los italianos, los suizos, los ingleses, los que no huelen, los que tienen un olor insoportable, los de color blanco, los morados, los amarillos, los naranjas... Que suerte que haya tanta variedad de quesos en el mundo :)

Y claro, las tartas de queso no pueden faltar en mi casa. Esta fue un poco experimental para utilizar unas fresas que estaban en el frigorífico a punto de ponerse malas. No sabía qué hacer con ellas y pensé que una tarta de queso, fresas y cerezas no estaría mal ;)

Para hacer la masa de la base necesitamos:

125g de mantequilla sin sal muy fría, recién sacada del frigorífico, y cortada en dados

210g de harina

1 cucharada (sp) de azúcar

1 pizca de sal

70ml de agua muy fría

Esta masa la hago a mano sin utilizar batidora.

En un recipiente ponemos todos los ingredientes menos el agua: la mantequilla en dados, la harina, el azúcar y la sal. Con la mano y dedicándole unos minutos, vamos mezclando todo deshaciendo la mantequilla. Este paso estará listo cuando se haya formado una mezcla con textura terrosa.

Poco a poco vamos añadiendo el agua fría, y removiendo con las manos formamos la masa. Cuando todo el agua esté bien incorporada se nos habrá formado una bola de masa que se separará perfectamente de las paredes del recipiente.

Formamos una bola, la envolvemos con papel film transparente y la dejamos en el frigorífico una hora.

Pasada la hora precalentamos el horno a 180º

Estiramos la masa en una superficie enharinada y la colocamos en el molde donde vayamos a hacer la tarta, cubriendo el fondo y las paredes.

Para evitar que se pegue y sea más fácil cortarla, antes de poner la masa ponemos aceite de girasol por toda la superficie del molde.

Lo metemos al horno unos 3 o 4 minutos. Hay que estar atentos y no quitarle el ojo de encima, y cuando veamos que la masa empieza a hacerse más pequeña inmediatamente lo sacamos.

Para el relleno necesitamos:

150g de fresas lavadas y cortadas en pedacitos

4 cucharadas de mermelada de cerezas

200g de queso de untar 

250g de queso de Burgos

125g de harina

100g de azúcar

Ponemos en el recipiente de la batidora el queso de untar, el queso de Burgos, la harina y el azúcar. Lo batimos. Al principio hay que empezar a velocidad baja hasta que todo esté un poco mezclado, ya que si no la harina saltará. Luego se puede subir un poco la velocidad.

Cuando esté todo bien mezclado añadimos las fresas y la mermelada de cerezas, y lo movemos con una cuchara.

Ponemos nuestra mezcla en el molde donde vamos a hacer la tarta y la alisamos bien con una cuchara o una espátula.
Lo metemos al horno durante unos 50 minutos más o menos, manteniendo la temperatura de 180º que teníamos.

Pasado este tiempo lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar.

Sale una tarta de queso bastante consistente, y las fresas y las cerezas le dan el toque jugoso. 
Aquí os dejo una foto del corte. Estaba buenísima :)

Si sois tan adictos al queso como yo y os animáis a prepararla ya me contaréis. Besos!