UNA DE CARACOLES

Para seguir con los experimentos reposteros decidí hacer esta tarta llena de flores y caracoles.

Lo que quería probar en esta ocasión era el bizcocho de uva, utilizando otro de los "sobres mágicos" que algunos ya conocéis, los Kool Aid.

Así que de nuevo en un bizcocho de yogur eché el contenido del sobre y el resultado fue estupendo. Cogió un color moradito, con mucho olor a uva y un ligero sabor.

Lo corté en tres pisos y lo calé con almíbar de naranja y canela.

Y para rellenarlo utílicé mermelada de arándanos y ganache de chocolate blanco. Por cierto, mato por este ganache!!! Madre mía, cuando lo hice por primera vez no podía para de comer y comer, a cucharadas soperas!!!

Al principio se me unieron dos "desgracias": no calculaba bien las cantidades y me sobraba un montón, y no sabía que el ganache se puede congelar... así que para no tener que tirar lo que me sobraba, me pasaba una semana entera tomando cucharadas de ganache de postre, jejeje.

Pero luego me enteré gracias a los compis de "Cocinando con el alma" que es posible congelarlo... y oohhhh, se acabó el chollo, ya no te tenía excusa para zampármelo.

En principio no iba a hacer nada con este bizcocho, iba a quedarse en un experimento para probar el Kool Aid. Pero mi suegra nos llamó para invitarnos a comer al día siguiente y decidí aprovecharlo para llevar el postre.

Así que como tres de mis sobrinas iban a estar allí, decidí que la tarta tenía que ser alegre y llena de colorines. Pues manos a la obra, cubrí la tarta con fondant blanco y con unos moldes Wilton hice las flores de colores.

Después le tocó el turno a las mariquitas y los caracoles.

Para hacerles los cuernecillos utilicé birutitas de caramelo, de ésas de colores que venden en botes.

Y como siempre que utilizo este molde de bizcocho, me quedó masa suficiente para hacer unos cupcakes.

Como la tarta tenía animalitos y florecillas, qué mejor que un césped verde nuclear para adornarlos? Así que saqué la boquilla especial de Wilton y me lié cual posesa a hacer césped. Es un vicio, una vez que empiezas no puedes parar... cuando terminé de decorar los cupcakes busqué inconscientemente otro alimento para ponerle césped por encima... menos mal que pude parar.

Esta vez también tengo posibilidad de poneros una foto del corte de la tarta, para que podáis verla por dentro. Estaba muy rica, doy fe.

Y una foto del conjunto completo.

Por lo que me comentaron la tarta gustó. Y mis sobrinas no me dijeron nada, pero se pusieron de azúcar hasta las cejas, jeje.