Seguimos en septiembre y si en la entrada anterior os decía que para mí era el mes de las segundas oportunidades, pues en esta os cuento que también me parece que es el mes de los fascículos :)
En televisión nos invaden con anuncios de todo tipo de coleccionables, algunos de ellos recurrentes año tras año como la colección de coches antiguos en miniatura, la de abanicos, la de punto de cruz, la de la casita de muñecas, los cursos de inglés, pintura de cuadros...
También hay colecciones más novedosas como las vajillas de personajes de dibujos animados, las piezas para construir el barco de Piratas del Caribe, y por supuesto los fascículos de repostería creativa, y es que estamos creando una moda y al final todo el mundo va a acabar enganchándose a este mundillo :)
Y luego están las colecciones que me sorprenden mucho, como la de rosarios o la de figuritas del belén.
Vamos, que tenemos donde elegir. El que no empiece una colección es porque no quiere, ya que la oferta es tan variada que de todo lo que hay algo nos acabará gustando.
Yo he empezado pocas pero no he terminado ninguna. Como mis estadísticas son así de negativas este año he decidido abstenerme :)
Vamos con la receta. Esta crema está riquísima, es muy fácil de preparar y sirve para tomar en postres individuales o para rellenar los bizcochos de nuestras tartas.
Para prepararla necesitamos:
250g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
3 tazas de azúcar glass
1 taza de queso de untar
6 galletas Oreo
Primero trituramos las galletas. Yo lo hago en la Thermomix, durante 7 segundos a velocidad 10 y con 3 golpes de turbo.
Si no tenemos Thermomix podemos liarnos a golpes con ellas hasta que queden bien machacaditas. Además de hacer ejercicio con los brazos nos sentiremos más relajados y con menos estrés ;)
El resto lo hago en mi KitchenAid, pero con cualquier batidora vale. Ponemos la mantequilla troceada y la batimos a velocidad baja hasta que quede hecha una crema.
Sin para de batir vamos añadiendo poco a poco las 3 tazas de azúcar glass, la taza de queso de untar y por último las galletas trituradas.
Os dejo porque tengo que pensar seriamente qué hago con los fascículos del curso de inglés, francés, las piezas del dinosario, las del cuerpo humano, los libritos de cocina... y todas las colecciones que dejé a medias. Besos!