Qué calor hace estos días! Ayer a las 6:45 de la mañana el termómetro de la calle ya marcaba 23º, así que imaginaros el resto del día.
Con estos calores que estamos pasando lo que apetece es tomarse un helado, pero como todavía no tengo heladera me tengo que conformar con estos de barquillo y fondant ;)
Al tema de la heladera le estoy dando muchas vueltas, básicamente porque como meta un trasto más en casa me voy a tener que salir yo para guardarlo todo. Entre la Thermomix con su recipiente varoma que abulta lo suyo, la KitchenAid, la batidora de mano, los moldes de las tartas, los de los cupcakes, los desmoldables, los cortadores de galletas que debo tener unos 300, los cortadores de fondant, marcadores, bolis comestibles, las cajas de colorantes, cápsulas de papel, mangas, boquillas, el fondant... vamos, que la cocina parece una pastelería. Así que creo que por ahora la heladera va a tener que esperar, aunque no sé a qué, a que me mude de casa? :)
Al final acabaré comprándome una.
Lo malo es que ahora también me ha aficionado al scrap y ya estoy llenando la casa de maquinitas troqueladores, cartones, cartulinas, lazos, abalorios, washi tapes... no sé, a veces pienso que tengo algo parecido al síndrome de Diógenes.
En esta tarta el bizcocho era de vainilla y le añadí un bote de esencia de cheesecake. Estaba muy bueno pero lo mejor era el olorcillo que tenía. Y después lo rellené de mermelada de naranja amarga. Esto creo que no lo repetiré más, demasiado amarga para mí que lo me gusta es el dulce. Aunque en casa a la gente sí que le gustó ese relleno...
Y los helados los hice con fondant y cucuruchos de barquillo. Los adorné con unos sprinkles pero me faltó tener cucharillas de helado de las de verdad, las que te dan en la heladería cuando sales de allí tan contento con tu cucurucho. Habrían quedado muy monas :)
Pues nada, a falta de heladera buenos son estos helados falsos, jeje. Besos y cuidadín con el calor.