Y para seguir con el tema Halloween al que voy a dedicar todos mis dulces de octubre, ahora ataco con unas galletas 3D ;)
Me gusta decorar las galletas con glasa, cuando me da por ahí no paro. Pero también me gusta mucho decorarlas con fondant, y últimamente es lo que más me apetece.
Además con el fondant se le puede dar mucho relieve y poner formas por encima, y casi casi quedan galletas con efecto 3D. Cuidado que si no os ponéis las gafas especiales un modelado galletil os puede sacar un ojo, jeje.
Además cuando me puse a hacerlas tenía en mente desde el primer momento para quién iban a ir dirigidas, una de mis sobris que ya está preparando su disfraz de bruja para Halloween y a la que le encantan mis galletas.
Así que estas galletas tenían dueña desde el momento 0, mi sobri-brujita Montse.
Os cuento un poco cómo las he hecho, por si os animáis a sorprender a una pequeña bruja o a un pequeño zombie el día de Halloween.
La masa que hice fue la de esta receta, pero antes de extenderla la teñí utilizando colorantes naranja y negro. Era la primera vez que teñía masa de galletas y me encantó, quedan muy bien.
Para la galleta de la momia primero le pegué los ojos, y después fui poniendo tiras de fondant blanco una sobre otra hasta conseguir una momia cubierta de vendajes. Como se iba a pedir caramelos le hice su bolsita para que los metiera ;)
Para hacer la casa encantada además de fondant utilicé colorante en polvo comestible plateado para darle brillo a los tejados. Se mezcla con un poco de alcohol blanco (solo hace falta una gotita) y se extiende con un pincel dando reflejos.
El zapato y el gorro también llevan reflejos plateados.
Para darle relieve a la escoba puse varias capas de fondant hecho tiras en la parte de abajo para que parecieran los pelos de barrer... Aunque como es la escoba de una bruja la utilizará para volar, digo yo :)
Las calabazas las hago todos los años, fue uno de los primeros cortadores que me compré. Para darles un toque diferente esta vez dejé que los ojos fueran el fondo negro de la galleta, y les puse unas hojas pintadas con colorante en polvo verde también mezclado con una gotita de alcohol blanco.
El fantasma también es uno de los que hago todos los años. Esta vez le he modelado una bola de hierro con cadenas y le he dado un toque metálico con colorante en polvo plateado.
Y por último hice un puchero en el que había algún tipo de problema porque de allí salían las piernas de una bruja que no debió controlar bien la escoba y acabó haciendo un amerizaje en su poción mágica.
Por supuesto las galletas tenían que ir en una caja indicada para la ocasión, así que hice un cupcaja de dos unidades y las metí ahí, porque con tanto relieve galletil en una cukicaja no entraban.
El paso a paso para la caja os lo dejo aquí.
No sabéis lo que me reí cuando la brujita Montse vio las galletas, por lo que comentó creo que le gustaron un montón y se las está comiendo a buen ritmo ;)
Besos!