Sí!!! Después de meses y meses me lo he planteado seriamente y me he lanzado a la gran aventura de hacer macarons. Esto ha sido un proceso largo y arduo, y no me refiero a su elaboración que al final ha resultado no ser para tanto.
Os explico las fases de MI proceso personal hasta la consecución de un macaron made in mi casa:
Fase 1: "Oh madre mía, ¿qué es esto que ven mis ojos en este blog? ¿Macarons? Esto lo tengo que hacer yo."
Fase 2: Dos meses después, una tarde cualquiera paseando por el centro de Madrid: "Anda, un escaparate lleno de macarons. Esto lo tengo que hacer yo"
Fase 3: Seis meses después, paseando por las calles del pueblo donde vivo: "Uy, pero si en la tienda de productos delicatessen han puesto un montón de macarons... Esto lo tengo que hacer yo o en su defecto bajaré a comprar unos cuantos y así los pruebo"
Fase 4: Un mes después: "Anda, pero si han cerrado la tienda de productos delicatessen del pueblo. Ahora no me va a quedar más remedio que hacerlos yo misma"
Fase 5: Dos meses después, miro de nuevo recetas de macarons, me lo planteo seriamente, hago una lista y voy al super a comprar el ingrediente que me falta, almendra molida especial para repostería. Lo cojo, lo pago y una vez en casa lo guardo en un mueble de la cocina.
Fase 6: Dos meses después, mi costi a gritos de una punta a otra de la casa: "Churri! ¿Sabes tú qué es este paquete de almendras molidas que lleva dos meses dando vueltas por el mueble de la cocina? ¿Vas a hacer algo con él o me lo puedo comer a cucharadas? Yo: "Noooooo, no lo toques que te prometo que mañana me pongo a hacer macarons!!!"
Fase 7: Ha llegado el gran momento. Me levanto un 24 de agosto a las 8 de la mañana con la fresca, y me propongo no salir de casa hasta conseguir unos macarons estupendos y deliciosos, ya sean recién salidos de mi horno o importados directamente desde París a través de un servicio urgente de UPS ;)
La verdad es que me ha costado lanzarme. Yo creo que me daba respeto, pensaba que no me iban a salir al primer intento, ni al segundo, ni al tercero... Pero afortunadamente he encontrado una receta no muy complicada y que ha resultado un éxito, la de Alma de Objetivo Cupcake Perfecto. Sólo me falló una cosita del horno, pero como todos sabemos cada horno es un mundo y es cuestión de ir probando.
Los ingredientes que necesitamos para que nos salgan un montón de macarons, pero que os vendrán genial porque además de estar riquísimos estaréis tan orgullosos de vosotros mismos que querréis que toda la familia, amigos, vecinos, el barrio completo, el pueblo, la comunidad autónoma manchega y nuestro querido país entero los prueben, son:
120g de claras a temperatura ambiente, lo que viene a ser la clara de 3 huevos grandes, muy grandes. Por lo visto no valen las claras pasteurizadas... ohhhhh, lo siento. Sí, yo también soy firme defensora de las claras pasteurizadas, pero para esta receta no es posible.
100g de almendra molida. La encontré en Hipercor de la marca Vahiné
200g de azúcar glass
40g de azúcar
2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
colorante marrón en gel
Para el relleno:
125g de mantequilla sin sal
1 taza y 1/2 de azúcar glass
4 gotitas de esencia de algodón de azúcar
colorante rosa en gel
Para hacer los macarons empezamos por tamizar el azúcar glass y la almendra molida. Aquí me dí cuenta que necesito un tamizador como es debido... Queridos Reyes Magos, apuntad un tamizador en mi lista de deseos.
Una vez tamizado lo ponemos todo en la Thermomix, añadimos el cacao en polvo y batimos a velocidad 10 unos 10 segundos para que se quede bien mezclado y triturado. Si no tenéis la Thermo con cualquier batidora se puede hacer igual.
Montamos las claras a punto de nieve. Yo lo hice en la KA a velocidad 10 durante 3 o 4 minutos.
Paramos de batir y añadimos el azúcar normal, los 40g. Ponemos otra vez a batir a velocidad 10 durante unos minutos hasta conseguir que la mezcla tenga un color brillante.
Añadimos el colorante de color marrón y batimos unos segundos más a máxima potencia.
Ahora viene un momento clave, incorporar las dos mezclas.
De una sola vez pasamos la mezcla que habíamos hecho con el azúcar glass, las almendras y el cacao al recipiente donde tenemos las claras montadas. Y utilizando una espátula de plástico lo juntamos todo con movimientos envolventes, procurando que no sean muy bruscos para evitar que las claras se bajen.
Mucha paciencia, mezclamos y mezclamos.
Ha llegado el momento de hacer nuestros círculos macarons. Como no tengo plantilla de silicona de esas tan chulas que venden, Queridos Reyes Magos me dirijo de nuevo a vosotros... ya sabéis, ¿no? ;) xoxo... pues he tenido que apañarme con un invento casero. Cogí hojas de papel vegetal de horno, y con el cortador de galletas de 4cm de diámetro y un lápiz de IKEA (no sé qué ha pasado que los lapiceros de mi casa han desaparecido, deben estar en la playa de Benidorm...) fui marcando los círculos.
Le damos la vuelta a la hoja de papel vegetal, lo colocamos sobre la bandeja del horno, y como los círculos se transparentan podemos empezar a poner la masa, utilizando una manga pastelera a la que le habremos cortado la punta y rellenado con nuestra mezcla macaronil :)
Ahora viene el momento preferido de mi costi: cuando tengamos todos los círculos hechos, levantamos un poco la bandeja de la encimera y la dejamos caer con un golpe seco, así conseguiremos que salga el aire que haya podido quedar en la masa.
Y a continuación viene el segundo momento preferido de mi costi: como ya hemos hecho nuestros círculos y la masa no da para más, nos podemos comer los restos del bol y de la manga pastelera, viva!!!
Y llegó el momento más aburrido: esperar. Aquí la cosa varía mucho, hay gente que espera 20 minutos, 60, dos horas... Como yo no tenía prisa y más vale que sobre que no que falte, lo tuve 2 horas.
La parte exterior de los círculos estaba durita y al tocarla no se notaba nada pegajosa.
Es el momento de precalentar el horno a 160º durante 15 minutos, y muy importante, ponerle la función de ventilador.Comprobé que si no le ponía el ventilador los macarons no se hacían bien y era imposible despegarlos del papel. Investigué por internet y vi casos de gente que había sufrido la misma desgracia y lo había solucionado así.
Metemos los macarons y horneamos unos 17 minutos.
Cuando metí la bandeja hice una sentada hippie en la cocina. Me senté frente al horno y los observé pacientemente a ver qué pasaba. Cuando empezaron a subir y comenzaron a salir los famosos piececitos en la parte de abajo, hice una fiesta!!!
Pasado ese tiempo se sacan del horno, se dejan enfriar completamente (unos 4 o 5 minutos) y se despegan del papel. Si hace falta nos ayudamos con un cuchillito o espátula.
Hacemos el relleno batiendo la mantequilla a velocidad alta, y cuando se haya formado una crema le añadimos el azúcar glass y seguimos batiendo hasta que la mezcla esté blanca.
Añadimos la esencia de algodón de azúcar y el colorante rosa, batimos un minuto más y ya está listo.
Lo ponemos en una manga y rellenamos los macarons.
Puedo prometer y prometo que cuando los repita intentaré hacer fotos del proceso, pero esta vez estaba muy nerviosa y no sabía qué iba a salir, así que lo de la cámara ni se me ocurrió ;)
Besos!