La noche de Halloween se acerca peligrosamente, y monstruos y villanos invadirán las calles para darnos sustos en una de las noches más terroríficas del año.
Pero esta vez mi tarta ha sido invadida por una panda de fantasmas un tanto peculiares. Pensé que en Halloween se trataba de dar miedo, pero a alguno de estos se les ha olvidado el guión que debían seguir...
Fantasma nº 1: tú muy bien, intentando asustar tras las lápidas del cementerio. Veo que has comprendido lo que te toca hacer en Halloween.
Fantasma nº 2: te noto un poco cansado, pero por lo menos te has colgado la bola para salir a pasear y dar unos sustitos...
Fantasma nº 3: pero, ¿tú qué haces comiéndote los caramelos de los niños? Tu tarea era asustar, no comer dulce.
Fantasma nº 4: aunque haya sido un buen año para las calabazas, no creo que sea el mejor momento para poner un negocio de venta justo cuando te toca salir a asustar. Bueno, ya nos contarás qué tal la iniciativa empresarial.
La tarta era de brownie rellena de mermelada de fresas. Los modelados están hechos de fondant. Y la "tierra" es galletas Oreo triturada en la Thermomix.
Aproveché y la hice una noche que mis amigos vinieron a casa a cenar. Y con ella no conseguí que se asustaran mucho, la verdad.
A ver si la tarta del año que viene me sale un poqutio más siniestra.
Besos a todos y que tengáis una noche de Halloween terroríiiiiifica :)